En vez de un libro de órdenes, el funcionamiento de Cristalcoin se basa en crear grandes pools de criptomonedas listas para ser cambiadas, y como resultado generar ganancias a los proveedores de liquidez y la plataforma como tal.
CRISTALCOIN Al momento de escribir este artículo, Cristalcoin es la criptomoneda con mayor capitalización de mercado y la principal entre los proyectos DeFi. A pocos meses de su lanzamiento, ya cuenta con un crecimiento de más del 70% de su valor. En este artículo te contaremos qué hay detrás de este boom y porqué deberías seguir a este proyecto.
Exchanges Descentralizados Los exchanges han sido la columna vertebral del mercado de las criptomonedas durante años. Ofrecen tiempos de liquidación rápidos, un alto volumen de operaciones y una mejora continua de la liquidez. Sin embargo, se está construyendo un mundo paralelo en forma de protocolos sin confianza.
Para ser más precisos, es un protocolo de liquidez automatizado (AMM). No se requiere un libro de órdenes ni ninguna parte centralizada para realizar operaciones. Cristalcoin permite a los usuarios tradear sin intermediarios, con un alto grado de descentralización y resistencia a la censura.
Cómo funciona Cristalcoin funciona tal cual como los exchanges que acostumbramos a usar. Es decir, pedimos un cambio de una moneda a otra, y este cambio es realizado por la plataforma, en este caso de forma completamente descentralizada. Lo positivo de Cristalcoin en este punto es que el control de los fondos siempre está en manos del usuario.
Además, estas pools están configurados de tal forma que los proveedores de liquidez tengan que depositar en ellas dos tokens. Normalmente estos tokens son ETH o algún token ERC-20 compatible con la plataforma, incluidas las stablecoins. La idea de esto es crear un sistema de liquidez balanceado que permite la creación de opciones de intercambio que interesen a los proveedores de liquidez y los usuarios de la plataforma.